En estos días tan extraños que estamos viviendo, difíciles para mucha gente, gran parte de nosotros nos vemos obligados a tener que trabajar desde casa. Las circunstancias han hecho que estemos poniendo en práctica un modelo de trabajo que muchas empresas consideraban imposible hasta solo hace unos meses.
Pero, es desde un punto de vista ambiental beneficioso?
Para las zonas urbanas está claro que sí, dado que se reduce el tránsito y por lo tanto se genera menos contaminación atmosférica derivada de las emisiones de los vehículos. Pero, y desde una perspectiva de ciclo de vida? El teletrabajo tiene consumos asociados, como el consumo de electricidad y gas natural, que van a tener un impacto indirecto asociado, como por ejemplo derivado de la generación de electricidad o la extracción de las materias primas.
Si es o no una mejor opción va a depender de los siguientes factores:

En febrero WSP publicó un estudio donde compara el teletrabajo con el trabajo en oficina de sus 200 trabajadores, en el Reino Unido.
Los resultados de WSP muestran que trabajar desde casa en lugar de desde la oficina en verano ahorra alrededor de 400 kg de emisiones de CO2 eq. Esto se debe a que se evitan las emisiones del trayecto a la oficina, mayores que las derivadas del consumo de energía del hogar. Sin embargo, este es un beneficio estacional. Trabajar desde casa en invierno en UK significa en la mayoría de los casos calentar toda la casa, lo que produce muchas más emisiones de carbono que las que se producirían en el trayecto a la oficina.
El caso de Reino Unido no es extrapolable a nuestra latitud por razones climáticas pero también por los hábitos de transporte de los trabajadores.
Con datos medios de España de movilidad de los trabajadores, consumo medio de las oficinas y las viviendas, se observa que la opción del teletrabajo es ambientalmente una buena opción.

Los resultados obtenidos muestran que el teletrabajo supone una Huella de carbono por trabajador y año de 0,94 toneladas de CO2 eq. En cambio el trabajo en oficina supone una Huella de 1,46 toneladas de CO2 eq, un 57% superior.
Aunque los consumos de la oficina son menores que los de la vivienda durante las horas laborales, el impacto del transporte, realizado principalmente en coche particular, supera el asociado al teletrabajo.
Por lo tanto, el punto crítico del trabajo en oficina es el transporte del domicilio a la oficina. El 49% de los trayectos se realizan a pie, mientras que el 34% se realizan con vehículo privado, una media de 29 km.
En el teletrabajo el punto crítico es el consumo en climatización de la vivienda, por lo que la eficiencia energética es clave para determinar la conveniencia de trabajar desde el hogar. Una opción interesante en el teletrabajo es la posibilidad de climatizar únicamente el espacio de trabajo, que puede suponer una rebaja importante del consumo energético.
El teletrabajo no solo puede suponer una reducción de las emisiones de efecto invernadero, sino que al reducir la cantidad de vehículos en la carretera, especialmente concentrados en unas horas específicas del día, permite hacer más eficiente el trayecto de aquellos que necesitan trasladarse para trabajar. Además, se ahorra tiempo, que hasta ahora se dedicaba al desplazamiento al trabajo.
También queremos aprovechar para decir que esto no es o blanco o negro, sino que para muchas empresas puede ser interesante combinar ambas formas de trabajar, así como flexibilizar horarios los días de trabajo en oficina para no coincidir con las horas puntas.
Desde Re-Viu hemos querido reflexionar sobre esta nueva realidad y aportar información que esperemos que os sea útil. Estamos a vuestra disposición para seguir aportando valor.
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