Permite conocer y determinar el comportamiento ambiental de la actividad, producto o proceso.
Permite emprender acciones de mejora al ser la herramienta capaz de detectar los puntos críticos.
Permite la verificación por parte de terceros.
Permite la comparación de procesos, productos, etc.
Demuestra a los clientes el compromiso de la organización con la responsabilidad social y ambiental, mejorando su reputación y diferenciándose en el mercado.